Aquí empieza la historia de Pablo Trujillo Travel el Viajero

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“Click acá para ver un video de esa época”

Recuerdo que el primer día en el que salí para mi gran viaje por carro. me invadió la duda y el miedo. ¿a qué carajos me iba a ir solo por las peligrosas carreteras colombianas? ¿no va ser divertido? voy a perder mi tiempo?

Al mismo tiempo pensé: después de tantos meses de reparaciones por lo menos debo intentarlo, primero llego al pueblo más cercano, y estando allá decido si me devuelvo o no. finalmente no tengo nada que perder, pues ya lo había perdido todo.

Así que subí al carro, le cargue la carpa, mis maletas y todo lo necesario para este gran viaje; no sabia ni para dónde iba, simplemente salí de Bogotá y tome la autopista hacia al norte. A las dos horas de trayecto llegue a un pueblo llamado Suesca. un lugar increíble con grandes montañas de roca las cuales eran escaladas por cientos de personas que llegaban de todo el mundo.

Parquee el carro y me senté a observar la montaña, y saque algo que me había regalado mi terapeuta desde hace meses. Un diario en blanco,  y empece a escribir la primera pagina de mi nueva vida.

Pase varias horas escribiendo todo lo que pensaba, me sentía sumamente feliz y descubrí que escribir me hacia sentir muy bien. En ese primer escrito me di cuenta que yo podía ser el protagonista de mi propia película.

Mientras escribía se me acerco un joven escalador que trabajaba en la zona como instructor de montaña. el estaba maravillado con mi carro y empezó a preguntarme ¿qué tipo de motor tenia? y ese tipo de cosas. pues mi carro había quedado sumamente llamativo después de todas las mejoras que le había hecho.

El se llamaba Jose y nos hicimos amigos en pocas horas, le pregunte si conocía de algún lugar barato donde yo pudiese pasar la noche. el me respondió; si claro, mi casa es un hostel para montañistas profesionales, quédate allí y nos ayudas mañana por la mañana a transportarnos junto con todos nuestros equipos a una nueva y lejana montaña que queremos escalar.

Fue la primera vez en mi vida que dormí en el mismo cuarto con personas desconocidas, pues no sabia que era un hostel, ni que era una habitación compartida.

Al día siguiente muy temprano los lleve a su montaña y me devolví al hostel a seguir escribiendo mi diario, al caer la noche regreso todo el grupo, estaban muy felices y estaban muy sucios. producto de la gran aventura que acababan de hacer, me invitaron unas cervezas y los pude conocer bien. Varios de ellos eran extranjeros de diferentes países que se dedicaban a recorrer el mundo escalando montañas, “dentro de mi pense” wuaoo este tipo de gente son admirables.

Me quede en ese pueblo “Suesca” por más de dos meses, Me convertí en el chofer y asistente personal del dueño del hostel “Jose” y con el cual hicimos una gran amistad,  me daba comida y hospedaje a cambio de ayudarle con cualquier cosa que necesitara y por supuesto me enseño a escalar.

Aprender sobre este deporte, fue más que solo una experiencia. Ha sido uno de los aprendizajes más hermosos y maravillosos de mi vida.

y de esta forma empieza la primera gran historia, la primera gran aventura, No como turista, sino como un verdadero viajero.

Mi travesía por Colombia apenas empezaba y después de un fuerte abrazo con mi gran amigo, el viaje continuaba.